Tres generaciones de vodeviles luchan por el estrellato en el escenario y en la pantalla.

El mafioso Johnny Vanning dirige un ostentoso club nocturno de Nueva York en el que explota a sus chicas y las tiene atemorizadas. Mary incita a un juerguista a ganar más dinero del que tiene y, cuando no puede pagar, le matan. El fiscal del distrito, David Graham, convencido de que el caso está ganado, lleva a Vanning a juicio.

Un abogado (Warner Baxter) evita la condena de un conocido mafioso. Tras negarse a dejar de defender a criminales es rechazado por su bufete de abogados y también por su novia. Sin embargo, ella reclamará su ayuda cuando su nuevo prometido sea acusado de asesinato.